1. El balance de situación.
"El balance de situación muestra una imagen de la empresa en un momento concreto a nivel financiero."
En primer lugar, debemos entender por balance de situación: el documento contable, parte de las cuentas anuales, o estados financieros, que todas las empresas tienen la obligación de presentar cada año en el Registro Mercantil, junto con el resto de los documentos que conforman las cuentas anuales, que a su vez, son conformadas por las cuentas de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto del ejercicio, estado de flujos de efectivo y la memoria.
Una vez depositados en el Registro Mercantil, estos documentos sirven a modo de guía para que, cualquier persona, ya sea inversor o la propia administración pública, pueda consultar los datos económicos de la entidad. Dicho esto, precisar que, el balance de situación muestra una imagen de la empresa en un momento concreto a nivel financiero.
2. Estructura.
"Dos grandes columnas, una a la derecha donde se refleja el activo, y otra a la izquierda, donde aparecen el patrimonio neto y el pasivo."
El balance es uno de los documentos contables más conocidos por todos, pero, exactamente, ¿qué datos aparecen reflejados en él? Podemos distinguir en el balance dos grandes columnas, una a la derecha donde se refleja el activo, y otra a la izquierda, donde aparecen el patrimonio neto y el pasivo.
I.- Entendemos por activo:
Activo no corriente: dónde aparecen los bienes o derechos de la empresa que tienen voluntad de permanencia. Por ejemplo, el local donde presta su actividad, los recursos necesarios para llevar a cabo esa actividad (maquinaria, vehículos, ordenadores, software) o derechos como patentes o marcas, entre otros.
Activo corriente: aquellos bienes o derechos que no tienen voluntad de permanencia. Por ejemplo, productos para la venta, materias primas, deudas de pendientes de cobrar, dinero en efectivo, entre otros.
II.- Entendemos por patrimonio neto: El patrimonio neto son los fondos propios de la empresa. Tales como, capital social, reservas propias de la empresa o beneficios de esta.
III.- Entendemos por pasivo: El pasivo es el tercer elemento de la empresa y está compuesto por las deudas y obligaciones de esta, a su vez este se puede dividir en:
Pasivo corriente: son las obligaciones y deudas de la empresa a corto plazo. Por ejemplo, salarios o deudas con proveedores...
Pasivo no corriente: son las deudas de la empresa a largo plazo. Como pueden ser deudas con bancos o cualquier otra obligación similar.
3. Su interpretación.
"La Ley de Sociedades de Capital establece que la sociedad deberá disolverse <<por pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social>>.”
Una vez contamos con esta información, os expongo dos de las muchas utilidades que tiene saber interpretar la información que refleja.
I.- El fondo de maniobra: este análisis financiero nos ayuda a conocer, de forma aproximada, la posición económica y financiera de la empresa. Su cálculo es muy sencillo.
Fondo de maniobra = activo no corriente - (patrimonio neto - pasivo no corriente)
Los resultados pueden ser tres:
1º . Que el resultado sea cero: En estos casos pueden existir problemas de liquidez. Pues lo más probable es que el activo corriente se esté financiado por medio de deudas.
2º . Que el resultado sea positivo: En este caso se puede decir que existe una situación de estabilidad. Pues la empresa cuenta con recursos propios suficientes para financiar su actividad.
3º . Finalmente, que el resultado sea negativo: Esto significa que puedes tener problemas de financiación, al menos a corto plazo, y necesitas endeudarte para desarrollar tu actividad.
Estas interpretaciones son aproximadas, pues dependen de diversos factores, como el momento vital de la empresa, ya que una empresa que acaba de nacer puede tener un fondo de maniobra negativo y, sin embargo, ser perfectamente rentable. También debemos tener en cuenta la actividad a que se dedique la empresa. Finalmente, señalar que un fondo de maniobras positivo no tiene por qué ser siempre lo más beneficioso, pues, como ya señalé, todo dependerá de la empresa y la actividad a la que se dedique.
II.- Causa de disolución: la Ley de Sociedades de Capital establece que la sociedad deberá disolverse “por pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social.”
En caso de que la empresa empiece a tener pérdidas, y a fin de que estas no causen un perjuicio al resto de empresas que formen parte del mercado, la ley obliga a las que hayan perdido la garantía mínima del capital social, a reestablecer una situación de equilibrio o a cesar en la actividad.
Es importante remarcar que esto no significa que la empresa deba entrar en concurso de acreedores, simplemente que la entidad deberá tomar las medidas necesarias para reparar esta situación.
No obstante, en estos casos, los administradores de la sociedad deberán convocar junta general en un plazo de dos meses, para poner en marchas las medidas necesarias, disolver la sociedad o, en caso de insolvencia instar el concurso de acreedores.
Las medidas a adoptar pueden ser: Por ejemplo, la ampliación de capital, reducción de capital, aportaciones de socios, entre otras.
Las consecuencias de los administradores de la sociedad, en caso de no convocar la junta general en el plazo establecido, son la de responder solidariamente de las deudas de la empresa posteriores a la aparición de esta causa de disolución. Asimismo, esta situación puede afectar al concurso de acreedores pudiendo calificarse como culpable.
4. CONCLUSIONES.
La conclusión más visible es: la importancia que para una sociedad tiene el balance, en particular, y todos los libros contables, en general, es fundamental. Las sociedades mercantiles, como entes con personalidad propia, que desarrollan actividad económica y tráfico jurídico con terceros, están obligadas a respetar una serie de normas reguladoras en favor de la seguridad jurídica.
No son pocas las empresas que, no son conscientes, o siéndolo, no observan lo suficiente, este tipo de obligaciones legales, sin saber las consecuencias negativas que pueden tener para la entidad, los administradores, o sus socios, en el momento presente y futuro.
Si tienes una sociedad mercantil, y tienes dudas sobre si estas cumpliendo correctamente con tus obligaciones sociales, ponte en contacto con un abogado especializado que pueda asesorarte a fin de evitar futuros problemas con tu empresa o iniciar las medidas jurídicas necesarias para minizarlos.
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